miércoles, 26 de agosto de 2009

CULTURA DE PAZ Y DE NO VIOLENCIA - REFLEXIÓN PARA JUVENTUD PERUANA


MANIFIESTO 2000 PARA UNA CULTURA DE PAZ Y DE NO VIOLENCIA



Un grupo de Premios Nobel de la Paz, reunidos en París, en Marzo de 1999, con motivo del quinquagésimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ha redactado un manifiesto, el denominado “Manifiesto 2000 para una cultura de paz y de no violencia”.


Los catorce Premios Nobel que se citan a continuación han sido los impulsores y primeros signatarios del Manifiesto: Norman Borlaug; Adolfo Pérez Esquivel; Dalai Lama; Mikhall Sergeyevich Gorbachov;Mairead Maguire; Nelson Mandela; Rigoberta Menchu Tum; Shimon Peres; Jose Ramos Horta;Joseph Roblat; Desmond Mpilo Tutu; David Trimble; Elie Wiesel; Carlos Felipo Ximenes Belo.



La Asamblea General de las Naciones Unidas en noviembre de 1997, proclamó el año 2000, el Año Internacional de la Cultura de Paz. La UNESCO coordina las actividades del Año Internacional de la Cultura de Paz en el mundo entero.

Según estos pronunciamientos, el año 2000 debe constituir un nuevo comienzo para transformar la cultura de guerra y de violencia en una cultura de paz y de no violencia. Esta evolución exige la participación de todos y les da a los jóvenes y a las generaciones futuras valores que les ayuden a forjar un mundo más digno y armonioso, un mundo de justicia, solidaridad, libertad y prosperidad. La cultura de paz hace posible el desarrollo duradero, la protección del medio ambiente y la satisfacción personal de cada ser humano.

El Manifiesto 2000 para una cultura de paz y de no violencia ha sido formulado para que el individuo asuma su responsabilidad: no es ni un llamamiento, ni una petición dirigida a instancias superiores.

Es la responsabilidad de cada ser humano de convertir en realidad los valores, las actitudes, los comportamientos que fomentan la cultura de paz. Porque cada uno puede actuar en el marco de su familia, su localidad, su ciudad, su región, y su país practicando y fomentando la no violencia, la tolerancia, el diálogo, la reconciliación, la justicia y la solidaridad día a día.


Fué el 4 de marzo de 1999 cuando se hizo público en París el Manifiesto 2000, y se propuso a la firma del público a través del mundo. El objetivo es que puedan reunirse cien millones de firmas al amanecer del tercer milenio, cuando tenga lugar la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre del año 2000.

El texto del Manifiesto es el siguiente:

"Reconociendo mi parte de responsabilidad ante el futuro de la humanidad, especialmente para los niños de hoy y de mañana, me comprometo en mi vida diaria, en mi familia, mi trabajo, mi comunidad, mi país y mi región a:


  1. Respetar la vida y la dignidad de cada persona, sin discriminación ni prejuicios.
  2. Practicar la no violencia activa, rechazando la violencia en todas sus formas: física, sexual,
    psicológica, económica y social, en particular hacia los más débiles y vulnerables, como los
    niños y los adolescentes.
  3. Compartir mi tiempo y mis recursos materiales cultivando la generosidad a fin de terminar
    con la exclusión, la injusticia y la opresión política y económica.
  4. Defender la libertad de expresión y la diversidad cultural privilegiando siempre la escucha y el diálogo, sin ceder al fanatismo, ni a la maledicencia y el rechazo del prójimo.
  5. Promover un consumo responsable y un modo de desarrollo que tenga en cuenta la
    importancia de todas las formas de vida y el equilibrio de los recursos naturales del planeta.
  6. contribuir al desarrollo de mi comunidad, propiciando la plena participación de las mujeres
    y el respeto de los principios democráticos, con el fin de crear juntos nuevas formas de
    solidaridad".